
22 lecciones para el 2022
Entre todas las cosas que me hacen sentir agradecida y afortunada, está la sensación constante de que he crecido y he ganado estabilidad en los últimos años, al menos a nivel emocional. Estoy en un punto de mi vida en el que siento que puedo plantearme retos y propuestas y trabajar en ellas, sin que sea simple supervivencia. Por eso quiero echar la vista atrás y compartir contigo las 22 lecciones que he aprendido y que espero tener presentes en este 2022.
- Si hay algo que no sea grave y que no puedo cambiar, porque no depende de mí, lo normalizo y lo integro en mis planes.
- El lenguaje con el que me hablo a mí misma es tremendamente importante. He empezado por dejar de decir «tengo que» y cambiarlo por un «me gustaría que» a la hora de ponerme metas diarias, y pienso seguir trabajándolo.
- Confiar en mi instinto.
- Por fin le he perdido el miedo/asco a muchos insectos y a la propia tierra, y he ganado mucha paz al ser más consciente de mi relación con la naturaleza. ¡Espero seguir aprendiendo!
- Dormir más horas me sienta genial. Requetebién.
- Buscar productos de temporada no solo hace que mi vida sea más sostenible, sino que me permite ahorrar y atreverme a probar nuevas recetas.
- Perder el miedo a equivocarme.
- Para concentrarme es tan importante para mí el ambiente que ha a mi alrededor como mi estado mental. Necesito cierto equilibrio entre ambos factores para dar lo mejor de mí misma.
- Dejar de consumir alimentos y productos, como el alcohol, que me hacen daño. En el 2021 bajé mucho mi consumo de cervezas y vino, que ya de por si era ocasional, y he notado cómo mi cuerpo me lo agradecía.
- Es más importante estar bien que tener la casa o el coche impecable. En otras palabras: Mi salud mental y física está por encima de todo.
- No puedo planificar ni controlarlo todo. Una vez entendí esto, la tranquilidad fue enorme.
- ¡Mi vida es más que lo que marquen un reloj y una agenda!
- Salir de la llamada «zona de confort» no es indispensable. Rechazo mucho la idea general de que para triunfar y tener éxito hay que salir de un lugar en el que ya te sientes a gusto. Crecer y desarrollarte es algo tan personal que no podemos empujar a todo el mundo a relacionarse de formas que no van con ellos, ni con otras personas ni con su entorno.
- Diferenciar lo que creo que se espera de mí y lo que de verdad se espera.
- ¡Menos fechas límite!
- No pasa nada por abandonar o pausar un proyecto. Me pasó con el podcast, que aunque me hacía mucha ilusión, era insostenible con el resto de las actividades de mi día a día. Y no pasa nada.
- Prestar atención a mis sensaciones me hace sentir más cómoda, más yo, en cualquier situación.
- El mejor café con leche es el que preparamos en casa. Y de ese burro no me bajo.
- Confiar en la naturaleza, en su ritmo y en sus tiempos. Y, con ello, en los míos.
- Ya tengo todo lo que necesito: lo demás son añadidos.
- No hay nada de malo en romantizar los momentos cotidianos para hacer nuestra vida más bonita. A fin de cuentas, somos los protagonistas.
- Si no encuentro el camino que necesito, ¿por qué no crearlo?
¿Coincidimos en algunas de estas lecciones? ¿Cuál te parece más importante en tu vida actual?

