
Evita estas preguntas
¿Estás a punto de redactar un texto para tu web o para tus redes sociales? Seguro que ya sabes que las preguntas, como ésta que acabo de hacerte, son fundamentales en los textos persuasivos. Las vemos constantemente en publicidad, como llamadas a la acción que buscan generar una duda en los consumidores e invitarles a comprar, consumir o contratar un servicio. Pero ¿todas las preguntas valen igual? ¡Evita estas preguntas!
Lo fundamental a la hora de plantear preguntas en un copy es analizar si aportan o restan valor a tu texto. Si facilitan la comprensión del mismo y la llamada a la acción que deseas que realice tu prospecto, ¡adelante! Si tienes dudas o crees que puede complicar la comprensión del copy, recházala de lleno.
Otras preguntas que debes evitar son aquellas que invitan a una segunda pregunta, sobre todo si te faltaría información sin esa segunda pregunta. Por ejemplo, «¿Crees que tu empresa tiene suficiente presencia online?» puede ser respondida con «sí» o «no», pero no te aporta nada si no preguntas posteriormente «¿porqué?». Las preguntas demasiado amplias, como «¿Cuál es tu hobby favorito?» tampoco te ayudarán a conocer mejor a quienes interactúan con tus publicaciones. En su lugar puedes sustituirla por preguntas de A o B, como «¿Prefieres pasar tu tiempo libre en casa o al aire libre?» o «¿Eres más de series o de películas?.
Las preguntas que requieren un esfuerzo mental alto tampoco son recomendables, porque el lector perderá el hilo del mensaje que le estás transmitiendo a la vez que se sentirá forzado a realizar una reflexión que probablemente no tenga ganas de hacer. Esto es especialmente importante en redes sociales, donde impera la velocidad, el scroll y el pasar de una publicación visual a otra: Pedirle a una persona que se detenga unos minutos para dejarte un comentario reflexionado, a veces, es demasiado. Por tanto, evita las preguntas poco específicas, como «¿Cuál es tu recuerdo de verano favorito?» y sustitúyela por una pregunta tipo «¿Recuerdas la sensación de jugar en la arena de la playa cuando eras niño?».
Ya hemos hablado de la importancia de mantener un lenguaje positivo en tus comunicaciones empresariales. Esto se traslada también a los comentarios que queremos que nuestros clientes dejen en nuestras redes sociales después de que les hagamos una pregunta, por lo que evitaremos cualquier pregunta que se responda con «no». Un ejemplo: El Día Mundial del Medio Ambiente pregunté a mis seguidores de Instagram si se apuntaban a cuidar de la naturaleza. ¿Quién diría que no a eso?
No utilices preguntas confusas o que mezclen ideas, especialmente en los Call to Action de tu web. Sé directo y conciso («¿Quieres empezar a ahorrar dinero ya?») en vez de plantearles una duda («¿Crees que ahorras lo suficiente o quieres empezar a sacarle más partido a tu dinero?»). Si además incluyes en la pregunta los datos clave de tu producto, estarás asegurándote que el cliente que hace click en el botón de compra o que entra a tu web desde una red social va con una gran parte de la venta realizada. Por ejemplo, «¿Estás preparado para aprender mecanografía online?».
Deja que hablen de sí mismos. A todos nos gusta hablar de nosotros mismos (lo admitamos o no) y las redes sociales son un hervidero de personas deseando mostrar cuáles son sus ideas y su estilo de vida. A este principio apelé cuando pregunté a mis seguidores cuál era su rincón favorito en su hogar:
Para terminar, te dejo un interesante artículo que analiza las llamadas a la acción de diferentes empresas (en inglés). Y tú, ¿alguna vez habías pensado sobre la importancia de las preguntas en el copywriting?

