
Fotografía de producto para Facebook: El Taller de los Ciervos
Allá por el 2015 se puso de moda aprender a hacer bisutería, ¡y yo no me quedé atrás! Por entonces estaba terminando la carrera y no me venían mal algunos ingresos extra, así que creé una página en Facebook en la que mostraba mis productos, que estaban a la venta en Etsy, y traté de aprender todo lo posible sobre fotografía de producto para Facebook.
Tenía clara la imagen de marca: El Taller de los Ciervos evocaría tiempos pasados, se inspiraría en la nostalgia y en los cuentos de hadas y sería perfecto para quienes tienen un estilo vintage. También quería centrarme en crear productos únicos, que siguieran las tendencias pero que tuvieran un toque muy personal.
Los primeros intentos de bisutería (y sus respectivas fotografías) fueron tan simplones como cabría esperar. Yo estaba a punto de salir de la facultad de Periodismo y estaba todo el día con una cámara de fotos en la mano, pero me faltaba aprender a hacer que el producto destacara en una imagen que, a su vez, fuera coherente con la imagen de marca que quería transmitir. Primero lo intenté con una caja y un lazo de encaje, pero la iluminación dejaba mucho que desear:

Con el tiempo aprendí a evocar todas las sensaciones que quería transmitir ayudándome de un fondo bien escogido. Aproveché un precioso papel de regalo que tenía en casa y lo convertí, durante un tiempo, en el fondo habitual de mis fotografías de producto. Pero todavía seguía fallando la iluminación.
Tardé un tiempo en darme cuenta que si bien el fondo estampado me ayudaba a que la imagen destacara, también hacía que pasara desapercibido el objeto en sí. Así que, tras muchos experimentos que prefiero olvidar, empecé a trabajar con un fondo mucho más neutro con un ligero estampado en beige:

A estas alturas ya habían pasado dos años desde que había empezado a experimentar con Facebook y la venta online de mi propia artesanía. ¡Y me faltaban fotos con modelos! Acudí a dos fotógrafos profesionales, Eric Iglesas y Ania García, para capturar las imágenes que yo era incapaz de tomar:

De vuelta al taller opté por hacerme con una caja de luz, una de las mejores inversiones que he hecho para mejorar mis fotografías de productos. Dejé que fueran los propios objetos los que «hablaran», los que se mostraran tal cual eran, con todos sus detalles e imperfecciones. Y me centré en que fuera el producto el que evocara todas las sensaciones que yo quería transmitir, sin disimulos ni adornos.
El Taller de los Ciervos dejó de existir cuando las tiendas de manualidades de mi ciudad empezaron a cerrar y ya no resultaba rentable comprar a distribuidores asiáticos, que vendían las piezas en lotes demasiado grandes para mi idea de exclusividad y de piezas únicas. Eso sí, me sirvió enormemente para aprender a fotografiar productos para Facebook y para diferenciar la estrategia de comunicación de esta red social con Instagram, donde publicada un tipo de foto más adornada y con inspiraciones de looks.
Y tú, ¿con qué tipo de fotografía te quedarías para mostrar complementos y accesorios de moda?


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